PINTORES FAMOSOS DEL ECUADOR
Humberto
Moré
Pintor,
escultor y muralista esmeraldeño nacido en 1929, y cuyo nombre de pila fue
Lalot Rivadeneira Plata.
Su
vocación artística se empezó a manifestar desde su más temprana edad cuando
descubrió que los colores de los juguetes le producían satisfacción y emoción;
luego fueron el teatro y el cine las expresiones que lo envolvieron, y,
finalmente, se acercó al dibujo copiando figuras y fotografías de revistas, las
tiras cómicas de los periódicos y los anuncios del cine.
A los
veinticinco años de edad, convertido en un artista autodidacto, presentó su
primera exposición en Milagro y la segunda en Guayaquil, en la joyería
“Esmeraldas”.
Fue contemporáneo de Enrique Tábara, Luis Molinari y
Estuardo Maldonado, es decir, de esa selección de artistas jóvenes que
iniciaron la renovación de la plástica guayaquileña entre las décadas del 50 y
del 60.
Original
en todos sus conceptos, definió sus inicios como “expresionismo diferente”, al
que siguió luego una tendencia a la geometrización apoyada en círculos y
valorada en colores luminosos; de allí pasó a una estilización post-cubista,
basada en un criterio que lo llevaría a obtener el Primer Premio en el Salón de
julio, de Guayaquil, en 1962.
Estudioso
del arte contemporáneo ecuatoriano, a mediados de la década del 60 se involucró
en lo que él llamó “Signología Funcional”, y diez años más tarde, en
Quito
La mayor parte, por no decir casi toda su vida, la
vivió en Guayaquil, donde desarrolló y “dio rienda suelta” a toda la fuerza
expresiva de su arte inigualable. Su obra presenta una expresión innovadora
apoyada en el dibujo de trazo grueso, iluminado con colores casi primarios en
los que predominan el azul y el rojo. También pintó paisajes y retratos con
particularísimo y personal estilo, e hizo esculturas modulares, de hierro y
hormigón, que sirvieron para adornar y dar perspectiva artística a varios
parques de Guayaquil, que –lamentablemente- hoy han desaparecido.
Fue un
personaje polifacético –de rara valía- en quien se conjugaron todas las
manifestaciones del arte. Fue pintor, escultor, teórico, crítico, editor y un
destacado y conspicuo miembro de la Casa de la Cultura.
Víctima
de un violento cáncer, murió en Cuba, donde había viajado en busca de atención
médica, en 1984.
Oswaldo
Guayasamín
El padre de Oswaldo Guayasamín era un indígena de ascendencia kichwa y su madre (Dolores Calero) era mestiza. Su padre (José Miguel
Guayasamín) trabajaba como carpintero y, más tarde, como taxista y camionero.
Oswaldo fue el primero de diez hijos.
Su aptitud artística despierta a temprana edad. Antes de los ocho años,
hace caricaturas de los maestros y compañeros de la escuela. Todas las semanas
renueva los anuncios de la tienda abierta por su madre. También vende algunos
cuadros hechos sobre trozos de lienzo y cartón, con paisajes y retratos de
estrellas de cine, en la Plaza de la Independencia.
A pesar de la oposición de su padre, ingresa a la Escuela de Bellas
Artes de Quito. Es la época de la "guerra de los cuatro días", un
levantamiento cívico militar, en contra del gobierno de Arroyo del Río. Durante
una manifestación, muere su gran amigo Manjarrés. Este acontecimiento, que más
tarde inspirará su obra "Los niños muertos", marca su visión de la
gente y de la sociedad. Continúa sus estudios en la Escuela y en 1941 obtiene
el diploma de pintor y escultor, tras haber seguido también estudios de
arquitectura.
En 1942 expone por
primera vez a la edad de 23 años en una sala particular de Quito y provoca un
escándalo. La crítica considera esta muestra como un enfrentamiento con la
exposición oficial de la Escuela de Bellas Artes. Nelson Rockefeller,
impresionado por la obra, compra varios cuadros y ayuda a Guayasamín en el
futuro. Entre 1942 y 1943 permanece
seis meses en EEUU. Con el dinero ganado, viaja a México, en donde conoce al
maestro Orozco, quien acepta a
Guayasamín como asistente.
También entabla amistad con Pablo
Neruda y un año después viaja por diversos países de
América Latina, entre ellos Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay,
encontrando en todos ellos una sociedad indígena oprimida, temática que, desde
entonces, aparece siempre en sus obras. En sus pinturas posteriores figurativas
trata temas sociales, actuó simplificando las formas. Obtuvo en su juventud
todos los Premios Nacionales y fue acreedor, a los 36 años, del Gran Premio en
la III
Bienal Hispanoamericana de Arte, que se llevó a
cabo en 1955 en Barcelona1 y más tarde del Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo.
Es elegido presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1971. Sus obras han sido expuestas en las mejores galerías del mundo: Venezuela, Francia, México, Cuba, Italia, España, EE.
UU., Brasil,
Colombia, Unión Soviética, China, entre otros. En 1976 crea la Fundación Guayasamín, en Quito, a la que dona su obra y sus
colecciones de arte, ya que concibe el arte como un patrimonio de los pueblos.
En 1978 es
nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de
España, y un año después, miembro de honor de la Academia de Artes de Italia.
En 1982 se inaugura en el Aeropuerto de Barajas un mural de 120 metros
pintado por Guayasamín. Ese gran mural, elaborado con acrílicos y polvo de
mármol, está dividido en dos partes: una de ellas dedicada a España y la otra a
Hispanoamérica.
El 28 de octubre de 1992 recibe el título de Doctor Honoris Causa por parte de la Facultad de
Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro
Henríquez Ureña (UNPHU).
Sus últimas exposiciones las inauguró personalmente en el Museo del
Palacio de Luxemburgo, París y en el Museo Paláis de Glace en Buenos Aires, en 1995. Logró exponer en museos de la totalidad de las capitales de América, y
muchos países de Europa, como en San Petersburgo (Hermitage), Moscú, Praga,
Roma, Madrid, Barcelona y
Varsovia.
Realizó unas 48 exposiciones individuales y su producción fue muy
fructífera en pinturas de caballete, murales, esculturas y monumentos. Tiene
murales en Quito (Palacios de Gobierno y Legislativo, Universidad Central,
Consejo Provincial); Madrid (Aeropuerto de Barajas); París (Sede de UNESCO); Sao Paulo (Parlamento Latinoamericano en el
Memorial de América Latina); Caracas (Centro Simón Bolívar). Entre sus
monumentos se destacan "A la Patria Joven" (Guayaquil, Ecuador);
"A La Resistencia" (Rumiñahui) en Quito.
Su obra humanista, señalada como expresionista, refleja el dolor y la
miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que
le ha tocado vivir al ser humano en este monstruoso Siglo XX marcado por las
guerras mundiales, las guerras civiles, los genocidios, los campos de
concentración, las dictaduras, las torturas.
Guayasamín fue amigo personal de importantes personajes del mundo, y ha
retratado a algunos de ellos, como Fidel
Castro y Raúl
Castro, François y Danielle Mitterrand, Pablo
Neruda, Gabriel García Márquez, Rigoberta Menchú, Mercedes
Sosa, el rey Juan Carlos de España, la princesa Carolina de Mónaco, entre
otros.
Recibió varias condecoraciones oficiales y doctoradas Honoris Causa de
universidades de América y Europa. En 1992 recibe el premio Eugenio Espejo, máximo galardón cultural que otorga el
gobierno de Ecuador.
A partir de 1995 inició en Quito su obra más importante, el espacio
arquitectónico denominado "La Capilla del Hombre", a la cuál le dedica todo su esfuerzo. Falleció el 10 de marzo de
1999, en Baltimore (Estados Unidos), aún sin ver finalizado este proyecto.
Ese mismo año se reconoció su labor, de forma póstuma, con: el
reconocimiento como "Pintor de Iberoamérica", el Premio Internacional José Martí.
Eduardo Kingman Riofrío
(Loja, 1913 - Quito, 1998) fue un pintor
ecuatoriano.
Hijo segundo del Dr. Edward Kingman y de doña Rosa Riofrío, fue matriculado en la escuela anexa al normal Juan Montalvo donde realizó la primaria, pero como dibujaba desde niño, al terminar el primer curso de secundaria en el Mejía decidió cambiarse a la Escuela de Bellas Artes.
En 1933 expuso con Antonio Bellolio en la última muestra de Allere Flamma, al año siguiente hizo varios cuadros que vendió en el salón municipal “Mariano Aguilera” de Quito.
En junio del 46 expuso en el Museo de San Francisco. La revista Time, le coloca entre los grandes pintores de Hispanoamérica, luego fue a Nueva York y expuso en la Unión Panamericana de Washington. En el l 49 expuso en el Museo de Arte Colonial, veintiséis oleos con motivos populares y colores frescos, briosos, alegres. En el 55 expuso en Guayaquil. El 56 en Bogotá y en Caracas. Para el 74 había expuesto en la Maxwell Galleries de San Francisco.
Reconocimientos
En 1953 obtuvo el I premio del quinto salón de Artes Plásticas. El 59 ganó el Primer premio en el “Mariano Aguilera” con “Yo el prójimo”, visión aterradora de un mundo en crisis. El 73 le fue concedida la medalla al mérito Artístico de la Municipalidad de Guayaquil y el 75 la condecoración Nacional al Mérito con el grado de Comendador.
Tendencia artística
Su carrera comenzó como pintor expresionista por sus ideas político-sociales. El tema del dolor y maltrato indígena, ocupará en gran parte la tendencia de este artista. Se hizo célebre por las grandes y poderosas manos de sus personajes, símbolo desasosegado de fuerza. El tema de las manos, se repite en casi todos sus cuadros, esto le ha ganado la reputación de ser “el pintor de las manos”.
Hijo segundo del Dr. Edward Kingman y de doña Rosa Riofrío, fue matriculado en la escuela anexa al normal Juan Montalvo donde realizó la primaria, pero como dibujaba desde niño, al terminar el primer curso de secundaria en el Mejía decidió cambiarse a la Escuela de Bellas Artes.
En 1933 expuso con Antonio Bellolio en la última muestra de Allere Flamma, al año siguiente hizo varios cuadros que vendió en el salón municipal “Mariano Aguilera” de Quito.
En junio del 46 expuso en el Museo de San Francisco. La revista Time, le coloca entre los grandes pintores de Hispanoamérica, luego fue a Nueva York y expuso en la Unión Panamericana de Washington. En el l 49 expuso en el Museo de Arte Colonial, veintiséis oleos con motivos populares y colores frescos, briosos, alegres. En el 55 expuso en Guayaquil. El 56 en Bogotá y en Caracas. Para el 74 había expuesto en la Maxwell Galleries de San Francisco.
Reconocimientos
En 1953 obtuvo el I premio del quinto salón de Artes Plásticas. El 59 ganó el Primer premio en el “Mariano Aguilera” con “Yo el prójimo”, visión aterradora de un mundo en crisis. El 73 le fue concedida la medalla al mérito Artístico de la Municipalidad de Guayaquil y el 75 la condecoración Nacional al Mérito con el grado de Comendador.
Tendencia artística
Su carrera comenzó como pintor expresionista por sus ideas político-sociales. El tema del dolor y maltrato indígena, ocupará en gran parte la tendencia de este artista. Se hizo célebre por las grandes y poderosas manos de sus personajes, símbolo desasosegado de fuerza. El tema de las manos, se repite en casi todos sus cuadros, esto le ha ganado la reputación de ser “el pintor de las manos”.
Manuel Rendón Seminario
(n. París, 1894 - m. Portugal, 1982) (también conocido como Manuel Rendón) fue un
maestro pintor latinoamericano conocido por traer el Constructivismo a Ecuador y
Latinoamérica junto con Joaquín Torres García quien trajo el Constructivismo a su país natal de Uruguay. El Movimiento Constructivista comenzó en Rusia por Vladímir
Tatlin alrededor de 1913.
En esa época debido al auge de la exportación del cacao en el Ecuador,
SOBRE TODO DE KA ZONA DE LA COSTA, SALIENDO DEL PUERTO DE GUAYAQUIL, la gente
millonaria ecuatoriana vivía en Paris, de ahí que Manuel Rendón Seminario, de
las dos más ricas familias del GRAN CACAO nació en Paris pero era ecuatoriano.
Nació en París el 2 de Diciembre de 1.894 en uno de los elegantes bulevares
donde residían sus padres el Dr. Víctor Manuel Rendón Pérez, médico, literato,
músico, compositor y poeta cuya biografía puede verse en este Diccionario (1) y
María Seminario Marticorena, idealizada por su esposo como Elena en la novela
“Lorenzo Cilda”, mujer de obstinada fe religiosa que logró sacar dos monjas de
sus tres hijas. Rendón estudió en la Academia de la Grande Chaumière en París, sin embargo, se resistió a los centros de enseñanza de arte formal,
prefiriendo en cambio como destino una labor más solitaria, asidua y tenaz. A
una edad temprana, la obra de Rendón fue regularmente exhibida en las salas de
París. Aunque Rendón nació en París, es hijo de padres ecuatorianos y es frecuentemente considerado como un
artista ecuatoriano que vivió la mayor parte de su vida en Ecuador. El padre de Rendón fungió como embajador en París.
A principios de su carrera, Rendón vivió la vida bohemia del artista
parisino, luchando para ganar dinero. Rendón vendería pequeños trabajos hechos
de cobre para obtener dinero para pintar. En 1937, Rendón exhibió su obra en la
ciudad de Guayaquil, Ecuador, y en Quito en 1939. Estas exhibiciones tuvieron un enorme impacto en los grandes
maestros que vivieron en estas ciudades en esos tiempos. Las obras fueron
modernas y abstractas por naturaleza. Rendón predicó: "el papel del pintor
es organizar las posibilidades que le son ofrecidas". El trabajo de Manuel
Rendón es vasto y ha influenciado grandemente generaciones de maestros artistas
en toda América Latina y Europa, tales como Antoni
Tàpies, Antonio
Saura, Enrique
Tábara, Estuardo Maldonado, Carlos Catasse, Félix Arauz, Aníbal Villacís, Viteri y Theo Constanté, por nombrar a algunos.
Oswaldo Viteri
Pintor, escultor y muralista esmeraldeño nacido en 1929, y cuyo nombre de pila fue Lalot Rivadeneira Plata.
Su vocación artística se empezó a manifestar desde su más temprana edad cuando descubrió que los colores de los juguetes le producían satisfacción y emoción; luego fueron el teatro y el cine las expresiones que lo envolvieron, y, finalmente, se acercó al dibujo copiando figuras y fotografías de revistas, las tiras cómicas de los periódicos y los anuncios del cine.
A los veinticinco años de edad, convertido en un artista autodidacto, presentó su primera exposición en Milagro y la segunda en Guayaquil, en la joyería “Esmeraldas”.
Fue contemporáneo de Enrique Tábara, Luis Molinari y Estuardo Maldonado, es decir, de esa selección de artistas jóvenes que iniciaron la renovación de la plástica guayaquileña entre las décadas del 50 y del 60.
Original en todos sus conceptos, definió sus inicios como “expresionismo diferente”, al que siguió luego una tendencia a la geometrización apoyada en círculos y valorada en colores luminosos; de allí pasó a una estilización post-cubista, basada en un criterio que lo llevaría a obtener el Primer Premio en el Salón de julio, de Guayaquil, en 1962.
Estudioso del arte contemporáneo ecuatoriano, a mediados de la década del 60 se involucró en lo que él llamó “Signología Funcional”, y diez años más tarde, en Quito
La mayor parte, por no decir casi toda su vida, la vivió en Guayaquil, donde desarrolló y “dio rienda suelta” a toda la fuerza expresiva de su arte inigualable. Su obra presenta una expresión innovadora apoyada en el dibujo de trazo grueso, iluminado con colores casi primarios en los que predominan el azul y el rojo. También pintó paisajes y retratos con particularísimo y personal estilo, e hizo esculturas modulares, de hierro y hormigón, que sirvieron para adornar y dar perspectiva artística a varios parques de Guayaquil, que –lamentablemente- hoy han desaparecido.
Fue un personaje polifacético –de rara valía- en quien se conjugaron todas las manifestaciones del arte. Fue pintor, escultor, teórico, crítico, editor y un destacado y conspicuo miembro de la Casa de la Cultura.
Víctima de un violento cáncer, murió en Cuba, donde había viajado en busca de atención médica, en 1984.
Oswaldo Guayasamín
El padre de Oswaldo Guayasamín era un indígena de ascendencia kichwa y su madre (Dolores Calero) era mestiza. Su padre (José Miguel Guayasamín) trabajaba como carpintero y, más tarde, como taxista y camionero. Oswaldo fue el primero de diez hijos.
Su aptitud artística despierta a temprana edad. Antes de los ocho años, hace caricaturas de los maestros y compañeros de la escuela. Todas las semanas renueva los anuncios de la tienda abierta por su madre. También vende algunos cuadros hechos sobre trozos de lienzo y cartón, con paisajes y retratos de estrellas de cine, en la Plaza de la Independencia.
A pesar de la oposición de su padre, ingresa a la Escuela de Bellas Artes de Quito. Es la época de la "guerra de los cuatro días", un levantamiento cívico militar, en contra del gobierno de Arroyo del Río. Durante una manifestación, muere su gran amigo Manjarrés. Este acontecimiento, que más tarde inspirará su obra "Los niños muertos", marca su visión de la gente y de la sociedad. Continúa sus estudios en la Escuela y en 1941 obtiene el diploma de pintor y escultor, tras haber seguido también estudios de arquitectura.
En 1942 expone por primera vez a la edad de 23 años en una sala particular de Quito y provoca un escándalo. La crítica considera esta muestra como un enfrentamiento con la exposición oficial de la Escuela de Bellas Artes. Nelson Rockefeller, impresionado por la obra, compra varios cuadros y ayuda a Guayasamín en el futuro. Entre 1942 y 1943 permanece seis meses en EEUU. Con el dinero ganado, viaja a México, en donde conoce al maestro Orozco, quien acepta a Guayasamín como asistente.
También entabla amistad con Pablo Neruda y un año después viaja por diversos países de América Latina, entre ellos Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, encontrando en todos ellos una sociedad indígena oprimida, temática que, desde entonces, aparece siempre en sus obras. En sus pinturas posteriores figurativas trata temas sociales, actuó simplificando las formas. Obtuvo en su juventud todos los Premios Nacionales y fue acreedor, a los 36 años, del Gran Premio en la III Bienal Hispanoamericana de Arte, que se llevó a cabo en 1955 en Barcelona1 y más tarde del Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo.
Es elegido presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1971. Sus obras han sido expuestas en las mejores galerías del mundo: Venezuela, Francia, México, Cuba, Italia, España, EE. UU., Brasil, Colombia, Unión Soviética, China, entre otros. En 1976 crea la Fundación Guayasamín, en Quito, a la que dona su obra y sus colecciones de arte, ya que concibe el arte como un patrimonio de los pueblos.
En 1978 es nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de España, y un año después, miembro de honor de la Academia de Artes de Italia.
En 1982 se inaugura en el Aeropuerto de Barajas un mural de 120 metros pintado por Guayasamín. Ese gran mural, elaborado con acrílicos y polvo de mármol, está dividido en dos partes: una de ellas dedicada a España y la otra a Hispanoamérica.
El 28 de octubre de 1992 recibe el título de Doctor Honoris Causa por parte de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Sus últimas exposiciones las inauguró personalmente en el Museo del Palacio de Luxemburgo, París y en el Museo Paláis de Glace en Buenos Aires, en 1995. Logró exponer en museos de la totalidad de las capitales de América, y muchos países de Europa, como en San Petersburgo (Hermitage), Moscú, Praga, Roma, Madrid, Barcelona y Varsovia.
Realizó unas 48 exposiciones individuales y su producción fue muy fructífera en pinturas de caballete, murales, esculturas y monumentos. Tiene murales en Quito (Palacios de Gobierno y Legislativo, Universidad Central, Consejo Provincial); Madrid (Aeropuerto de Barajas); París (Sede de UNESCO); Sao Paulo (Parlamento Latinoamericano en el Memorial de América Latina); Caracas (Centro Simón Bolívar). Entre sus monumentos se destacan "A la Patria Joven" (Guayaquil, Ecuador); "A La Resistencia" (Rumiñahui) en Quito.
Su obra humanista, señalada como expresionista, refleja el dolor y la miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que le ha tocado vivir al ser humano en este monstruoso Siglo XX marcado por las guerras mundiales, las guerras civiles, los genocidios, los campos de concentración, las dictaduras, las torturas.
Guayasamín fue amigo personal de importantes personajes del mundo, y ha retratado a algunos de ellos, como Fidel Castro y Raúl Castro, François y Danielle Mitterrand, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Rigoberta Menchú, Mercedes Sosa, el rey Juan Carlos de España, la princesa Carolina de Mónaco, entre otros.
Recibió varias condecoraciones oficiales y doctoradas Honoris Causa de universidades de América y Europa. En 1992 recibe el premio Eugenio Espejo, máximo galardón cultural que otorga el gobierno de Ecuador.
A partir de 1995 inició en Quito su obra más importante, el espacio arquitectónico denominado "La Capilla del Hombre", a la cuál le dedica todo su esfuerzo. Falleció el 10 de marzo de 1999, en Baltimore (Estados Unidos), aún sin ver finalizado este proyecto.
Ese mismo año se reconoció su labor, de forma póstuma, con: el reconocimiento como "Pintor de Iberoamérica", el Premio Internacional José Martí.
Eduardo Kingman Riofrío
(Loja, 1913 - Quito, 1998) fue un pintor ecuatoriano.
Hijo segundo del Dr. Edward Kingman y de doña Rosa Riofrío, fue matriculado en la escuela anexa al normal Juan Montalvo donde realizó la primaria, pero como dibujaba desde niño, al terminar el primer curso de secundaria en el Mejía decidió cambiarse a la Escuela de Bellas Artes.
En 1933 expuso con Antonio Bellolio en la última muestra de Allere Flamma, al año siguiente hizo varios cuadros que vendió en el salón municipal “Mariano Aguilera” de Quito.
En junio del 46 expuso en el Museo de San Francisco. La revista Time, le coloca entre los grandes pintores de Hispanoamérica, luego fue a Nueva York y expuso en la Unión Panamericana de Washington. En el l 49 expuso en el Museo de Arte Colonial, veintiséis oleos con motivos populares y colores frescos, briosos, alegres. En el 55 expuso en Guayaquil. El 56 en Bogotá y en Caracas. Para el 74 había expuesto en la Maxwell Galleries de San Francisco.
Reconocimientos
En 1953 obtuvo el I premio del quinto salón de Artes Plásticas. El 59 ganó el Primer premio en el “Mariano Aguilera” con “Yo el prójimo”, visión aterradora de un mundo en crisis. El 73 le fue concedida la medalla al mérito Artístico de la Municipalidad de Guayaquil y el 75 la condecoración Nacional al Mérito con el grado de Comendador.
Tendencia artística
Su carrera comenzó como pintor expresionista por sus ideas político-sociales. El tema del dolor y maltrato indígena, ocupará en gran parte la tendencia de este artista. Se hizo célebre por las grandes y poderosas manos de sus personajes, símbolo desasosegado de fuerza. El tema de las manos, se repite en casi todos sus cuadros, esto le ha ganado la reputación de ser “el pintor de las manos”.
Manuel Rendón Seminario
(n. París, 1894 - m. Portugal, 1982) (también conocido como Manuel Rendón) fue un maestro pintor latinoamericano conocido por traer el Constructivismo a Ecuador y Latinoamérica junto con Joaquín Torres García quien trajo el Constructivismo a su país natal de Uruguay. El Movimiento Constructivista comenzó en Rusia por Vladímir Tatlin alrededor de 1913.
En esa época debido al auge de la exportación del cacao en el Ecuador, SOBRE TODO DE KA ZONA DE LA COSTA, SALIENDO DEL PUERTO DE GUAYAQUIL, la gente millonaria ecuatoriana vivía en Paris, de ahí que Manuel Rendón Seminario, de las dos más ricas familias del GRAN CACAO nació en Paris pero era ecuatoriano.
Nació en París el 2 de Diciembre de 1.894 en uno de los elegantes bulevares donde residían sus padres el Dr. Víctor Manuel Rendón Pérez, médico, literato, músico, compositor y poeta cuya biografía puede verse en este Diccionario (1) y María Seminario Marticorena, idealizada por su esposo como Elena en la novela “Lorenzo Cilda”, mujer de obstinada fe religiosa que logró sacar dos monjas de sus tres hijas. Rendón estudió en la Academia de la Grande Chaumière en París, sin embargo, se resistió a los centros de enseñanza de arte formal, prefiriendo en cambio como destino una labor más solitaria, asidua y tenaz. A una edad temprana, la obra de Rendón fue regularmente exhibida en las salas de París. Aunque Rendón nació en París, es hijo de padres ecuatorianos y es frecuentemente considerado como un artista ecuatoriano que vivió la mayor parte de su vida en Ecuador. El padre de Rendón fungió como embajador en París.
A principios de su carrera, Rendón vivió la vida bohemia del artista parisino, luchando para ganar dinero. Rendón vendería pequeños trabajos hechos de cobre para obtener dinero para pintar. En 1937, Rendón exhibió su obra en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, y en Quito en 1939. Estas exhibiciones tuvieron un enorme impacto en los grandes maestros que vivieron en estas ciudades en esos tiempos. Las obras fueron modernas y abstractas por naturaleza. Rendón predicó: "el papel del pintor es organizar las posibilidades que le son ofrecidas". El trabajo de Manuel Rendón es vasto y ha influenciado grandemente generaciones de maestros artistas en toda América Latina y Europa, tales como Antoni Tàpies, Antonio Sau
Pintor y escultor ecuatoriano, nacido en Ambato, provincia de Tungurahua, Ecuador, en 1931.
Artista neofigurativo, ampliamente reconocido por su trabajo de
ensamblajes, aunque su obra abarca también la pintura, el dibujo, los grabados
y los mosaicos.
Comenzó su educación como estudiante de Arquitectura en la Universidad Central del Ecuador, en Quito, en 1951. Colaboró en el taller de Oswaldo Guayasamín, a quien
ayudó en 1959 en el
encargo de un mural para el Ministerio de Obras Públicas.
Durante la década de 1960, se centró en la pintura y estudió
Antropología y Folklore.
En 1966, se graduó en
Arquitectura y fue nombrado director del Instituto Ecuatoriano de Folklore.
Comenzó a explorar técnicas de arte experimental incorporando a sus
obras el collage y colocando objetos superpuestos a sus lienzos. Realizó sus primeros
ensamblajes en 1968, comenzando a mostrar sus obras en exposiciones internacionales en la
década de 1960, siendo incluido
en las bienales celebradas en 1964, en Córdoba (Argentina), y en 1969, en São
Paulo, en las que recibió sendas menciones
honoríficas.
Su trabajó tomó una vertiente más escultórica durante los años 70, como
reflejan sus múltiples series de ensamblajes en los que utiliza muñecas de
trapo y material de desecho.
Muchas de sus obras se encuentran en algunos de los museos y galerías
más prestigiosos del mundo, entre las que podemos destacar la galería
Uffizi, que cuenta con un autorretrato.
Ha resultado nombrado candidato en dos ocasiones al Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
Gonzalo Endara Crow
(Bucay 17 de mayo de 1936 - Quito, 14 de abril de 1996) fue un pintor y escultor ecuatoriano nacido en la ciudad Bucay. Desde una temprana edad se mostro muy interesado en el arte, de joven estudió pintura en la Universidad Central en Quito. Adoptó un
estilo diferente al principio de su carrera que le acompaño durante toda su
vida. La geografía ecuatoriana y los brillantes colores utilizados por los artesanos indígenas en su labor fueron sus dos influencias principales que penetraron en su
trabajo durante toda su carrera. Endara Crow es
considerado uno de los pintores latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo 20. Su obra es universal,
y ofrece una perspectiva estética de la cultura andina y su gente.
Su obra más reconocida es "El Tren Volador”. De niño, Endara Crow quedo
asombrado por los trenes desde que su padre trabajó en el ferrocarril, esto se
convirtió en una inspiración para su obra maestra, en la que muestra a un tren
en vuelo, de ahí el título, que combina con un paisaje montañoso de colores.
Otro motivo surrealista común en sus pinturas lluvia, campanas o esferas como en su obra Sin títulode fecha 29
de julio 1988.
Endara fue también escultor, con dos monumentos importantes esculpidos
en Sangolquí. Estos dos
monumentos son "El Choclo" y "El Colibrí", ambos representan la belleza natural, así como la importancia de la
agricultura de la Sierra ecuatoriana.
Víctor Mideros
(n. Ibarra, 1888- Quito, 1968, fue un pintor ecuatoriano.
Frente a todos los precursores de la modernización del arte nacional,
una figura se alza como el representante de lo tradicional: Víctor Mideros. La burguesía ve en él al gran pintor que satisface su devoción y su visión
espiritualista del mundo anclada en ciertos símbolos entre religiosos y esotéricos.... era pintor que no dejaba llegar a sus telas los grandes conflictos
sociales del tiempo.
Mideros se convierte en el pintor mimado de intelectuales tradicionalistas, la Iglesia y los públicos medios -siempre, como se sabe, tremendamente
conservadores-. Se pronuncian sobre él discursos -comenzando por Velasco
Ibarra-, se escriben libros ("Víctor Mideros" por José Rumazo, 1932), se lanzan exaltados elogios ("Mideros es en este momento el
pintor más poderoso de la América
del Sur", proclamaba por los años treinta Elizabeth Delbrück), se lo premia repetidas veces: gana premios en el "Mariano
Aguilera" en 1917, 1924, 1927, 1928, 1930, 1931, 1932.
Entre 1924 y 1935... domina el horizonte de la plástica nacional. A partir de ese año comienza rápido ocaso y para los cincuentas, al imponerse las nuevas formas, el artista -que se mostró incapaz de
evolucionar e hizo gala de vivir de espaldas a las violentas transformaciones
del arte contemporáneo- se vio
marginado como artista casi anacrónico y, en todo caso, muy poco representativo
del arte ecuatoriano contemporáneo.
En 1918 viajó a Roma, como adjunto a la legación ecuatoriana. Era ya un pintor de sólida
técnica -la había aprendido con Luis Toro Moreno y Rafael Troya-, abierto a las
novedades lumínicas del Impresionismo. Pero en Europa solo parece haberse interesado por el Simbolismo y cierta pintura
mística, y a su regreso eso mostró... En 1924 mereció el primer premio en el
"Mariano Aguilera”, con un cuadro que resume lo que sería la obra del
artista a lo largo de cuarenta y cinco años... técnica brillante en
composición, dibujo y cromática...
Camilo Egas
(Quito, 1889 - Nueva
York - 1962) fue un pintor ecuatoriano.
Se formó como pintor en la escuela de "Bellas Artes" de Quito
y en las academias Real de Roma, San Fernando de Madrid y Colarroisse de París.
Al regresar de Europa tuvo la intención de radicarse en Ecuador y pintó cuadros precursores
del indigenismo. Desde 1927
hasta su muerte se radicó en Nueva York. Entre 1935 y 1962 ocupó el cargo de
director de la Escuela de Pintura de la New School for Social Research. Entre sus
alumnos, se encuentra el escultor Arnold Henry Bergier.
Enrique Tábara Zerna
(1930, Guayaquil, Ecuador) es un maestro de la pintura ecuatoriana y
representa en su conjunto la cultura hispana pictórica y artística.
Tábara se interesó en la pintura a la edad de tres años y dibujaba
regularmente a la edad de seis años. En estos primeros años, Tabara fue
alentado por su hermana y su madre. Enrique Tábara, sin embargo es un creador
que investiga y desmitifica la imagen en la que se refugia. El espíritu
enérgico e innovador de Tábara es una constante que revela el espíritu inquieto
y versátil del maestro. Un maestro de la experimentación, que es plenamente
consciente de sus raíces y el proceso que ha seguido en los últimos años, con
abundantes obras que mostrar a cambio.
Tábara estuvo muy influenciado por el movimiento constructivista,
fundado alrededor de 1913 por el artista ruso Vladimir Tatlin, hizo su paso en
Europa y América Latina por medio del pintor uruguayo Joaquín Torres García y
el pintor parisino ecuatoriano Manuel Rendón. Torres García y Rendón hicieron
un enorme impacto en los artistas principales de América Latina como Enrique
Tábara, Aníbal Villacís, Félix Aráuz, Theo Constante, Oswaldo Viteri,
Maldonado, Estuardo y Carlos Catasse, entre otros.
Edgar Balseca Toral
Es un artista pintor ecuatoriano. Nació en el mes de junio de 1942 en
Salinas (Ecuador).
Desde temprana edad adquirió interés por el arte. Sus estudios los
realiza en su país natal, Ecuador y en EE. UU.
A lo largo de su vida artística se ha destacado como artista pintor de
óleo sobre lienzo siendo su estilo el realismo y el surrealismo.
Balseca ha realizado innumerables presentaciones y exposiciones de su
arte a nivel Nacional e Internacional. La mayor parte de su carrera artística
se llevó a cabo en Norte América, donde residió muchos años junto con su esposa
y tres hijos.
Laudable ha sido el trabajo de Edgar Balseca como profesor de arte en
diferentes localidades en Quito, Guayaquil y en varias ciudades de los Estados
Unidos, por lo que ha recibido homenajes y publicaciones de reconocimiento.
En los últimos años, la nueva expresión artística de Balseca ha sido la
escultura. Por la belleza del toro de lidia y del arte taurino, que ha sido su
pasión de siempre, es que hoy podemos encontrar obras taurinas magníficas con
su impresionante fuerza y realismo.
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